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El Camí de Cavalls de Menorca

LA RUTA ESTRELLA PARA CONOCER EL LITORAL DE MENORCA


El Camí de Cavalls de Menorca permite recorrer el perímetro de la isla al completo. Son unos 200km de camino, lo cual no es frecuente. Menos aún, en una isla pequeña como ésta.

El caballo hasta hace pocas décadas era el único que podía pasar por los caminos, por eso, se adaptó a ellos. La mejor manera de hacer el Camí de Cavalls es montado en este cuadrúpedo.

Un patrimonio que enamora

El Camí de Cavalls es una ruta muy importante para los menorquines, que tiene gran valor ecológico-medioambiental y interés científico y paisajístico.

En Menorca sobran piedras. El muro o “paret seca” jalona toda la isla. Delimita propiedades y marca carreteras y, claro está, en algunos tramos acompaña al Camí de Cavalls.

En la isla se quitaban las piedras para poder plantar, y las amontonaban en forma de muro. Con ello se percataron que protegían la vegetación del viento y de este modo se empezó a jalonar toda la isla.

Las torres de la isla son uno de sus patrimonios. Las une el Camí de Cavalls. El control de la costa es el motivo de su existencia. Hay dos tipos de torres: las que se usaban como puesto de vigilancia y las que tenían como función repeler cualquier invasión.

Se dice que el camino acostumbraba a pasar por el lado del mar del último muro que limitaba los pastos en la costa.

El acebuche es la madera utilizada para hacer las barreras que tanto caracterizan a la Menorca rural. Los tramos del Camí de Cavalss se encuentran delimitados por ellas, cuya función principal es separar un terreno de otro y evitar que el ganado se extravíe.

Ahí queda el Camí de Cavalls, permanecerá como testigo de la historia de aquellos que pasan persiguiendo caminos hacia lo imposible o hacia lugares cercanos al paraíso.

Historia del Camí de Cavalls

Su origen es confuso, pues no encontramos ningún decreto, ya fuese de un rey, o de algún general, por el cual se creaba el “Camí de Cavalls”. Sin embargo, si podemos afirmar que en el siglo XVIII ya existía un camino, esencial en una época donde las invasiones únicamente se llevaban a cabo por mar, que costeaba la isla y que era utilizado fundamentalmente por los militares, de cara a la vigilancia de la costa.

Ahora bien, de lo que no hay duda es que, juntamente con este uso militar, se creó un uso civil. Hecho documentado es que paseaban por él los payeses, los pescadores, y también aquellos que iban a dar un simple paseo.

Uso militar y uso civil

El tránsito por el camino era y ha sido siempre libre como consecuencia de ser una servidumbre pública, en los términos que resulten de los documentos aportados y de los testimonios que aporta la memoria popular.

Se debe acceder o salir al Camí de Cavalls desde un lugar público, nunca atravesando una propiedad privada si el propietario lo impide expresamente. En los supuestos en los que el propietario si permita el derecho de paso, se deben respetar normas como la de cerrar las barreras una vez pasadas, para evitar que el ganado huya y ocasione graves responsabilidades para el propietario y perjuicios a terceros.

El Camí de Cavalls es considerado patrimonio histórico de la isla y declarado bien de interés cultural y se han llevado a cabo trabajos en torno a la recuperación del trazado original del camino, además de tareas de diálogo con los propietarios de fincas que prohibían el acceso a las mismas.