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Alaior

CUNA DEL QUESO MENORQUÍN


Alaior se encuentra a doce kilómetros de Mahón sobre la carretera general que cruza la isla y une la capital con Ciutadella. Su fundación data de 1304, cuando Jaime II de Mallorca adquirió la alquería de Ilahor para crear una villa en torno a la iglesia de Santa Eulalia, erigida por orden del mismo monarca tres años antes.

Por su papel histórico de mediadora entre Ciutadella y Maó y por el aire de villa independiente que le otorga su equilibrada economía, puede decirse que es la tercera “capital” de la isla.

Alaior posee rincones que vale la pena no perderse, como la capilla del Rosario, en el interior mismo de la iglesia de Santa Eulalia y el palacio Can Salort, hoy convertido en sede de la Universidad de las Baleares en Menorca.

Aparte de Santa Eulalia, atesoran gran interés la iglesia de San Diego, antiguo convento de franciscanos en cuyo conjunto arquitectónico llama la atención el claustro llamado «Sa Lluna» por su talante colonial, la iglesia de San Pedro y la popular ermita de San Lorenzo, situada en el paraje denominado Binixems.

Una nota característica de Alaior radica en que en sus casas, cuyos postigos verdes contrastan armónicamente con las blancas fachadas, abundan los balcones, rasgo que pone de manifiesto que la influencia inglesa no fue muy intensa en esta ciudad.

Producción quesera y industria del calzado

No en vano, Alaior es considerada la cuna del queso menorquín, de famosa proyección internacional. La producción quesera, la elaboración de embutidos, pastelería y licores, la industria del calzado y el turismo, que se concentra en las playas de su término municipal, constituyen las bases de su economía.

Además, destaca por su elaboración de embutidos, pastelería y licores, así como por la fabricación de calzado. Estos productos pueden adquirirse, en gran parte, en las propias fábricas.

A través de los caminos rurales de sus alrededores podemos realizar diversas excursiones interesantes. Destaca la visita del poblado de Torre d’en Galmés; el yacimiento arqueológico de mayores dimensiones de Menorca. Los lugares más destacados de su entorno se encuentran en Son Bou (playa más larga de la isla) y en Cales Coves, una idílica cala que presenta multitud de cuevas de la época prehistórica.